PRESENTACIÓN TEMA 5
VOCABULARIO
CUENCA
HIDROGRÁFICA. Territorio que drena las aguas que van a
parar a un río principal y sus afluentes, está delimitada por las
vertientes que conforman su divisoria de aguas. La cuenca es
simétrica si la estructura y el número de afluentes son parecidos
en ambas vertientes. La cuenca más extensa en España es la del
Duero y sus afluentes (Pisuerga, Tormes, Esla,..) que nacen en la
Cordillera Cantábrica y Sistema Central.
VERTIENTE
HIDROGRÁFICA: es el conjunto de cuencas cuyas aguas
vierten en el mismo mar. En España existen tres vertientes:
Cantábrica, Atlántica y Mediterránea. Los ríos que vierten al
Atlántico y Cantábrico son el 69 % de todos los peninsulares.
CAUDAL DE UN
RÍO: es la cantidad de agua transportada por un río en
un momento y lugar determinado de su curso. Se mide en las estaciones
de aforo. El caudal absoluto es la cantidad de agua total medida en
m3 /s. El caudal relativo es la relación entre el caudal absoluto
con los km2 de su cuenca y se expresa en l/s/km2 . Ejemplo: los ríos
de la vertiente cantábrica tienen mayor caudal relatico. El caudal
absoluto del Duero es el mayor de la Península.
CICLO
HIDROLÓGICO: también conocido como el ciclo del agua,
describe el movimiento continuo y cíclico del agua en el planeta
Tierra. Se trata de un ciclo en el que el agua solamente se traslada
de unos lugares a otros o cambia de estado físico.
CABECERA DE UN
RÍO: Lugar donde tiene su origen las primeras corrientes
de agua que formarán la cuenca de un rio. Se da en las montañas y
es el comienzo de la red hidrográfica del río. Estas corrientes
elementales se van convirtiendo en arroyos y después en ríos. Las
aportaciones de agua en la cabecera de un río depende del clima del
lugar, por lo que las cabeceras que arrojan saldos mayores de caudal
se dan en la región atlántica y dentro de ella en las altas cumbres
de la Cornisa Cantábrica y Pirineos.
GLACIARISMO:
conjunto de fenómenos relacionados con la formación y evolución de
los glaciares. Término con que se designa el conjunto de fenómenos
relacionados con la actividad del hielo, característicos de las
regiones más frías del globo, en donde la nieve acumulada año tras
año no llega a fundirse. Se corresponde así con el dominio de
nieves perpetuas, bien en zonas de alta latitud, bien en áreas
montañosas de altitud considerable, sea cual sea la zona climática
en la que se encuentre. En la península quedan restos de glaciarismo
cuaternario en zonas del Pirineo.
RED
HIDROGRÁFICA o DE DRENAJE: Conjunto de corrientes,
afluentes y subafluentes, permanentes o estacionarias, por donde
discurren las aguas de escorrentía. La red hidrográfica de España
se caracteriza por: la disimetría de la red, la alternancia entre
cursos de agua y sistemas montañosos y la intensa relación con la
ocupación del territorio.
RÉGIMEN
FLUVIAL: Es la fluctuación estacional del caudal de un
río, expresa por ello el comportamiento del caudal medio del río a
lo largo del año. Los factores que determinan el régimen fluvial
son el clima, la topografía, la litología, la vegetación y, por
supuesto, la acción del hombre. Los diferentes tipos de régimen se
clasifican de acuerdo con el sistema de alimentación de los ríos,
así distinguimos en España un régimen pluvial (máximas
aportaciones del agua de lluvia), nival (reciben sus máximas
aportaciones del deshielo de mayo a junio) y los regímenes mixtos
nivopluvial o pluvio-nival.
ESTIAJE:
época del año en la que el caudal del río disminuye notablemente.
Casi todos los ríos mediterráneos sufren un fuerte estiaje en
verano por ello algunos de estos ríos son auténticas ramblas que
tienen totalmente secos los cauces durante gran parte del año, a
veces durante varios años hasta que una fuerte precipitación aporta
algo de caudal, como los ríos del SE peninsular, como el Almería.
Los ríos de alta montaña sufre estiaje en invierno, cuando se
produce la innivación (es el momento de máximas precipitaciones en
estas zonas).
RAMBLA: Cauce,
generalmente seco, por donde teóricamente discurre una corriente
fluvial. Las ramblas ("torrent" en la comunidad valenciana)
aparecen en los ríos que tienen un régimen torrencial ya que la
mayor parte del año no tienen caudal. En algunos casos la ausencia
de caudal puede llegar a varios años. Los ríos almerienses son, en
su mayoría, ramblas, como sucede también en gran parte de la
vertiente mediterránea donde se pueden destacar las ramblas de
Cervera y Benipila.
MEANDRO:
son sinuosidades en el curso medio-bajo del río. Si los meandros
están encajados el río aluviona en la orilla convexa y excava en la
cóncava. En las bajas llanuras los meandros se desarrollan en los
aluviones y si se produce una crecida del río éste lo puede cortar
dejando una especie de lago residual con forma de semicírculo (el
brazo abandonado). En España se pueden observar ejemplos de meandros
en el Ebro, aguas abajo de Zaragoza.
DELTA FLUVIAL:
Formación geográfica de la desembocadura de algunos ríos, que se
produce cuando un río aporta más sedimentos de los que el mar puede
absorber y redistribuir, debido a que las aguas marinas tienen
reducido movimiento en ese lugar (normalmente en mares tranquilos y
con mareas poco fuertes como el Mediterráneo), impidiendo el
traslado hasta lugares alejados de la costa. En el delta, el río se
abre en brazos entre los cuales quedan superficies pantanosas que
acaban por convertirse en islas al aumentar los aluviones.. Los
deltas se caracterizan normalmente, por la gran fertilidad de sus
suelos. Se les denomina así por su forma triangular que recuerda a
la forma de esta letra griega. El ejemplo más característico de
delta peninsular es el del Ebro en Tortosa.
ESTUARIO:
es la parte más ancha y profunda de la desembocadura de un río en
un mar abierto o en el océano, generalmente en zonas donde las
mareas tiene amplitud u oscilación y donde se mezclan las aguas
saladas y dulces. La desembocadura en un estuario está formada por
un sólo brazo ancho y profundo en forma de embudo ensanchado.
Ejemplo de estuario en los ríos peninsulares es el Tajo en Lisboa.
El término estuario se utiliza sólo para designar este fenómeno en
los grandes ríos, en el caso de España los valles sumergidos son
mucho más pequeños y se les denomina rías como las que aparecen en
el litoral gallego.
ALBUFERA:
Ensenadas marinas formadas por una barra arenosa. Son frecuentes en
el litoral mediterráneo donde la disponibilidad de arenas facilita
la formación de las barreras que cierran la depresión, destacan las
de Valencia y el Mar Menor.
MARISMA:
Terreno pantanoso, de agua salada, situado en las proximidades de la
costa, casi siempre próximo a las desembocaduras de ríos. Un
ejemplo en España serían las marismas del Guadalquivir.
TRASVASE
FLUVIAL: Exportación de agua de una cuenca hidrográfica
excedentaria a otra deficitaria. En España se realizan por el
desequilibrio entre las cuencas hidrográficas. Actualmente funcionan
38 trasvases, el más conocido es el del Tajo-Segura, que se
construyó para suministrar agua a la Comunidad Valenciana y Región
Murciana para regar sus extensas huertas. Algunos trasvases se
efectúan entre ríos de la misma confederación de una cuenca
hidrográfica para la obtención de energía eléctrica o el
abastecimiento humano, como es el caso del Tajo del que se derivan
caudales para la ciudad de Madrid.
LAGO GLACIAR:
los lagos son masas de agua acumulada en zonas deprimida de la
superficie terrestre. Los lagos glaciares son exógenos, ya que
dependen de la acción del hielo. Se forman a partir de un circo
excavado por un glaciar o del valle glaciar, cuyo desagüe queda
obturado por una morrena. Se ubican en las partes altas de las
montañas. En la Península, debido a su posición periglaciar, se
aprecian sólo en las regiones de alta montaña de Pirineos, donde
existen numerosos lagos de pequeñas dimensiones, son los ibones
(lagos de origen glaciar), cuyo diámetro es sólo de unas decenas de
metros. El lago glaciar más grande de España es el lago de
Sanabria, en Zamora.
VALLE GLACIAR:
se caracteriza por tener un perfil en U por el que se desliza o se
deslizó una lengua de hielo. Su fondo es plano y los materiales que
arrastra se llaman morrenas. Los glaciares son ríos de hielo que se
forman cuando el espesor del hielo acumulado es grande y se desliza
por la pendiente, los fragmentos rocosos que arrastra el glaciar van
ensanchando el valle. Ejemplo de valle glaciar en la Península en
los Pirineos es el valle de Ordesa.
TORRENTE:
corriente de agua impetuoso y violento que se forma accidentalmente
por lluvias de carácter torrencial, o deshielo y también puede
existir normalmente en terrenos montañosos. Es una corriente de agua
en una zona montañosa, con fuerte pendiente, caudal irregular y que
puede tener gran capacidad de erosión. El torrente consta de tres
partes: la cuenca de recepción en la que la erosión es muy fuerte,
el canal de desagüe y el cono de deyección. Los torrentes son más
comunes en las islas Canarias donde la escasez de lluvias provoca la
aparición de barrancos que sirven de cauce al agua de la lluvia
formándose así los torrentes.
ENDORREÍSMO:
Es una de las tres modalidades de avenamiento o escurrimiento de las
aguas (exorreísmo, endorreísmo y arreísmo). Consiste en la total
ausencia de avenamiento oceánico: las aguas no alcanzan el océano.
Las regiones endorréicas pueden poseer uno o varios ríos pero no
alcanzan el nivel de base marino, sino que desaguan en un lago
temporal o permanente, es por tanto un avenamiento interior, de
cuencas cerradas. En España cabe destacar la comarca de Los
Monegros, que gracias a su árido clima presenta una acumulación de
lagunas. En Málaga destacar la Laguna de Fuente de Piedra.
TEMA 5:
LAS AGUAS Y LA RED HIDROGRÁFICA ESPAÑOLA.
ÍNDICE: INTRODUCCIÓN. FACTORES QUE
INFLUYEN EN LOS RÍOS ESPAÑOLES.
1. LAS VERTIENTES HIDROGRÁFICAS
ESPAÑOLAS.
1.1. VERTIENTE CANTÁBRICA.
1.2. VERTIENTE ATLÁNTICA.
1.3. VERTIENTE MEDITERRÁNEA.
1.4. LA RED FLUVIAL INSULAR.
2. LOS RÍOS Y LAS CUENCAS
HIDROGRÁFICAS.
3. LOS REGÍMENES FLUVIALES.
4. USO Y APROVECHAMIENTO DE LAS
AGUAS.
5. DOCUMENTOS Y ACTIVIDADES
RELACIONADAS CON LA UNIDAD.
INTRODUCCIÓN. FACTORES QUE INFLUYEN
EN LOS RÍOS ESPAÑOLES.
Los factores que influyen en los ríos
españoles son:
- El clima es el factor más importante e influyente en la red hidrográfica. Ya que existe una relación directa entre la cantidad de precipitaciones y el caudal. El clima también determina el régimen hidrográfico de un río.
- El relieve es el segundo factor. Condiciona su trazado y aporta su pendiente que determina la velocidad, la fuerza erosiva del río y la facilidad para realizar en ellos obras hidráulicas.
- El suelo es otro factor importante, ya que dependiendo de su grado de permeabilidad, los ríos pueden tener unas características u otras.
- La vegetación evita el desplazamiento rápido de las aguas por las laderas, siendo un excelente atenuador de las crecidas violentas y torrenciales de los ríos mediterráneos.
- La acción humana altera los regímenes de los ríos a través de la construcción de pantanos y trasvases, al tiempo que disminuyen su caudal.
- LAS VERTIENTES HIDROGRÁFICAS ESPAÑOLAS.
Las vertientes hidrográficas son el
conjunto de cuencas hidrográficas cuyos ríos vierten sus aguas al
mismo mar. Los ríos peninsulares vierten sus aguas al mar
Cantábrico, al océano Atlántico y al mar Mediterráneo. Cada una
de estas vertientes recibe unos ríos que se diferencian por sus
características físicas y por su régimen fluvial.
1.1.- VERTIENTE CANTÁBRICA.
Los ríos de la vertiente cantábrica
son cortos y caudalosos. Cortos por la proximidad de la cordillera
Cantábrica al mar y por tener su nacimiento a considerable altura y
a escasa distancia de su desembocadura, en su recorrido han de salvar
un gran desnivel, por lo que tienen una gran fuerza erosiva y son
ideales para producir hidroelectricidad; son caudalosos por la
abundancia de precipitaciones y carecen de estiajes acusados debido a
la regularidad de las precipitaciones que los alimentan. Destacan el
Bidasoa, Nervión, Pas, Saja, Nansa, Deva, Sella, Nalón, Narcea,
Navia y Eo.
1.2.-VERTIENTE
ATLÁNTICA.
En la vertiente atlántica desembocan
los grandes ríos de la Meseta, así como el Miño, atlántico por su
lugar de desembocadura, pero que no comparte rasgos con los restantes
ríos de su vertiente, pues a todos los efectos es un río de la
España húmeda. Están adaptados a las condiciones del relieve y a
la inclinación de la Meseta, los ríos atlánticos son largos y de
pendiente muy suave debido a la inclinación de la Meseta hacia el
Atlántico, por lo que presentan escasa fuerza erosiva, al recorren
llanuras y penillanuras, formando algunos barrancos en los
desniveles. Son ríos caudalosos, pero su caudal disminuye de N a S,
siendo su caudal, reflejo de las condiciones pluviométricas. Tienen
un régimen irregular, con estiaje en verano en los pequeños ríos,
y crecidas en otoño y primavera. Su régimen se ve enriquecido por
los grandes afluentes, en particular los que tienen su nacimiento en
las montañas, cuyas aguas vienen a atenuar los contrastes
estacionales de caudal. Destacan el Tambre, Ulla, Miño, Duero, Tajo,
Guadiana, Odiel, Tinto, Guadalquivir, Guadalete y Barbate.
1.3 VERTIENTE MEDITERRÁNEA.
En la vertiente mediterránea desaguan
ríos desiguales. El Ebro es una excepción, es el de mayor longitud,
caudal y regularidad, pues recibe aportes hídricos de sus afluentes
pirenaicos e ibéricos. En los restantes ríos está patente la
influencia de los relieves próximos al mar, que limitan la longitud
de las corrientes, por lo que son ríos cortos. Se trata, en general,
de ríos muy poco caudalosos, con grandes crecidas estacionales y
fortísimos estiajes. Asimismo, en esta vertiente están presentes
cursos que llevan agua sólo en ocasiones, permaneciendo secos la
mayor parte del año: son las denominadas ramblas, cursos de agua
intermitentes que dependen de las precipitaciones. Los ríos
mediterráneos tienen una gran fuerza erosiva debido a la proximidad
del relieve a la costa, por lo que arrasan muchos derrubios. Caben
destacar los cursos del Ter, Llobregat, Ebro, Mijares, Júcar,
Segura, Almanzora, Andarax, Guadalfeo, Guadalorce y Guadiaro.
1.4 VERTIENTE INSULAR.
Baleares y Canarias carecen de ríos
propiamente dichos. Tienen arroyos o corrientes de agua de escaso
caudal, alimentadas por manantiales. En Canarias, la sobreexplotación
de los acuíferos, ha provocado que apenas si existan arroyos
permanentes en la actualidad. Los torrentes también son frecuentes
en ambos archipiélagos.
- LOS RÍOS Y LAS CUENCAS HIDROGRÁFICAS.
Los recursos hídricos de
una zona (ríos, lagunas, aguas subterráneas,…) están organizados
en cuencas hidrográficas (parte de la superficie terrestre drenada
por un sistema fluvial unitario). Las cuencas fluviales peninsulares
se caracterizan por estos rasgos:
- Se encuentran separadas por divisorias de aguas, formadas por las cumbres de los relieves montañosos que las delimitan. Estas cuencas son: cuencas del Cantábrico, Galicia Costa, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Tinto-Odiel-Piedras, GuadaleteBarbate, cuencas internas de Cataluña, Ebro, Júcar, Segura y cuenca mediterránea andaluza.
- Dentro de la cuenca, las aguas circulan por un cauce o lecho y forman una red organizada jerárquicamente, desde los subafluentes y los afluentes hasta llegar al río principal. Las cuencas hidrográficas vierten sus aguas en diferentes vertientes, siendo el conjunto de cuencas cuyas aguas vierten en el mismo mar. En la Península existe una gran disimetría entre las vertientes atlántica-cantábrica y mediterránea a causa de la inclinación de la Meseta hacia el oeste a partir del sistema Ibérico. Así, en la vertiente atlántica desembocan el 69% de los ríos peninsulares, y en la mediterránea, el 31% restante. La distribución geográfica de las cuencas hidrográficas españolas son las siguientes:
- Cuenca Norte. Abarca los ríos de la vertiente cantábrica, cuyas principales características se han mencionado, y los ríos gallegos de la vertiente atlántica, cuyos rasgos son comunes a éstos (cortos, caudalosos, con régimen fluvial con aguas mínimas en verano). Los ríos más importantes entre los ríos cantábricos son el Eo, Sella, Narcea-Nalón, Navia, Nalón y Bidasoa. Los ríos gallegos atlánticos más importantes son el Tambre, Ulla y el Miño.
- Cuenca hidrográfica del Miño. El Miño es el río gallego por excelencia. Tiene una longitud de 343 Km y es uno de los ríos más caudalosos de España, pese a disponer de una superficie de cuenca muy reducida. Nace en las montañas de Lugo. Tiene un recorrido de norte a sur hasta unirse con su principal afluente, el Sil. Desemboca en Tuy, tras servir en último trecho de frontera entre España y Portugal. Pasa por las ciudades de Lugo, Orense y Tuy, atravesando las provincias de Lugo, Orense y Pontevedra. Sus principales características son: caudal regular, régimen pluvial, navegable en los último 30 km; produce energía hidroeléctrica.
- Cuenca hidrográfica del Duero. Es el río de la submeseta septentrional. Su cuenca hidrográfica es la mayor de España, aproximadamente unos 100.000 Km². Nace en los Picos de Urbión, en el Sistema Ibérico, y desemboca en Oporto, tras un recorrido de 913 Km. Su caudal es de 660 m³/s. Pasa por las ciudades de Soria, Aranda del Duero, Toro y Zamora y por las provincias de Soria, Burgos, Valladolid y Zamora. Tiene una tupida red de afluentes que recoge aguas de la cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y el Sistema Central, y es responsable de su elevado caudal. Los afluentes más importantes son el Pisuerga y el Esla, por el norte, y el Adaja y el Tormes, Eresma y Duratón, por el sur. Su curso sirve de frontera con Portugal y en este tramo se encaja profundamente en la zona conocida como los Arribes del Duero, donde se construyó uno de los mayores complejos hidroeléctricos peninsulares. Es navegable en Portugal, su caudal se ha aprovechado para producir energía hidroeléctrica y se han construido pantanos para regadíos. Su régimen es pluvio-nival.
- Cuenca hidrográfica del Tajo. Es el río más largo de la península Ibérica, con 1.202 Km. Nace en la sierra de Albarracín (Teruel), y discurre entre el Sistema Central y los Montes de Toledo, pasando por Aranjuez, Toledo, Talavera de la Reina y Alcántara, atravesando las provincias de Teruel, Guadalajara, Cuenca, Madrid, Toledo y Cáceres, para desembocar cerca de Lisboa, en el mar de la Paja, formando el estuario del mismo nombre. Sus principales afluentes son el Jarama, el Guadarrama, el Alberche, el Tiétar y el Alagón por el Norte, y el Almonte y Salor por el Sur. Posee un gran rendimiento hidroeléctrico y su caudal está muy regulado por el trasvase Tajo-Segura. Tiene un régimen pluvio-nival.
- Cuenca hidrográfica del Guadiana. Tradicionalmente se señalaban las lagunas de Ruidera como su lugar de nacimiento, hoy, éste se sitúa aguas abajo, con una longitud de 840 Km. Es el menos caudaloso de los grandes ríos peninsulares, pues sólo desagua 79 m³/s. En su cuenca destaca el fenómeno de "los Ojos del Guadiana", filtraciones en su cauce, manteniéndose la circulación subterránea para volver a aparecer varias veces. Pasa por Mérida y Badajoz, atravesando las provincias de Ciudad Real, Badajoz y Huelva, y desemboca en Ayamonte, tras formar frontera entre España y Portugal. Sus principales afluentes por la derecha son el Záncara y el Cigüela y, por la izquierda, el Jabalón y el Zújar. En su cuenca se han construido grandes embalses para la irrigación agrícola, entre los que destaca el de La Serena, el mayor de España y uno de los de mayor capacidad de la Europa occidental. Posee un régimen pluvial subtropical.
- Cuenca hidrográfica del Guadalquivir. Nace en la sierra de Cazorla, provincia de Jaén, y desemboca en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, tras un recorrido de 560 Km por las fértiles tierras de la depresión bética. Pasa por Andújar, Córdoba, Sevilla y Sanlúcar de Barrameda, atravesando las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva y Cádiz. Navegable desde su desembocadura hasta Sevilla, recoge aguas de Sierra Morena a través de los afluentes de su margen derecha como el Guadalimar, Jándula, Guadalmellato, Bembézar y Viar, que son cortos y objeto de intensa regulación y aprovechamiento. Por la margen izquierda recibe al Guadiana Menor y al Genil, que nace en Sierra Nevada y riega la fértil vega de Granada. Tiene un régimen pluvio-nival en su cabecera y pluvial subtropical en el resto de su recorrido.
- Cuenca hidrográfica del Ebro. Es el más importante de los ríos exteriores a la Meseta. Su cuenca hidrográfica supera los 95.000 Km² y su caudal es elevado. Nace en las cercanías de Reinosa (Cantabria), pasa por Haro, Miranda de Ebro, Logroño, Tudela y Zaragoza; atravesando las provincias de Santander, Burgos, Pamplona, Logroño, Zaragoza y Tarragona y desemboca en Amposta-Tortosa, formando el delta que lleva su nombre. Tiene una longitud superior a los 900 Km y representa la paradoja de ser una vía muy caudalosa sobre una zona muy seca, lo que es posible gracias a los afluentes de los Pirineos y del Sistema Ibérico. Tiene un régimen complejo, resultante de la alineación pluvial de su cabecera y nivo-pluvial y pluvio-nival de los afluentes montañosos. Desde el Pirineo descienden el Aragón, Gállego, Cinca y Segre, y desde el Sistema Ibérico, el Jalón, con su afluente, el Jiloca. Es navegable desde Tudela a Zaragoza y produce energía hidroeléctrica con embalses para regadío.
- Cuenca hidrográfica del Turia. Situado en el este de la península ibérica. Nace en los Montes Universales, Sierra de Albarracín (Teruel) y desemboca en la ciudad de Valencia tras 280 km de recorrido atravesando las provincias de Teruel, Cuenca y Valencia. Este es un característico río mediterráneo, con grandes diferencias de caudal en las distintas épocas del año. Los aportes hídricos se producen principalmente por torrentes y barrancos originados por los deshielos en la zona de su nacimiento y por las fuertes tormentas que se producen en su cuenca hidrográfica. Pasa por las localidades de Teruel, Utiel, Requena y Valencia.
- Cuenca hidrográfica del Júcar. Nace en la serranía de Cuenca, en el Sistema Ibérico, desembocando en Cullera, Valencia. Pasa por las provincias de Cuenca y Valencia. Su principal afluente es el Cabriel. Tiene un caudal muy irregular, muy torrencial y erosivo, formando hoces y gargantas como las del Cabriel; su régimen es pluvial. Se han construido embalses para regadío de las huertas y cítricos valencianos.
- Cuenca hidrográfica del Segura. Nace en la Sierra de Segura, Jaén, en la Cordillera Subbética y desemboca en Guardamar, Alicante. Pasa por las provincias de Jaén, Albacete, Murcia y Alicante. Su principal afluente es el Mundo. Posee un caudal muy irregular, con un régimen pluvial con largos estiajes y fuertes riadas. Favorecido por el trasvase Tajo-Segura para el regadío de la huerta y los cítricos de la huerta murciana y alicantina.
- Cuencas meridionales andaluzas o Cuenca Sur. Son ríos cortos, poco caudalosos y sometidos a grandes estiajes durante tres o cuatro meses, por lo que se le denominan cuenca subtropical. Como los ríos cantábricos, tienen que saltar grandes desniveles, pero tienen menos poder erosivo porque su caudal es más escaso. Destacan los ríos Guadalfeo, Guadalorce, Barbate, Guadalete, Tinto y Odiel (que, aunque desembocan en el Atlántico, tienen características de los mediterráneos).
- Cuenca interior de Cataluña o del Pirineo Oriental. Sus ríos no vierten las aguas al Ebro, a través de sus afluentes, sino que lo hacen directamente al Mediterráneo, por ello son los más caudalosos de esta vertiente (salvo el Ebro). Los ríos más importantes son el Ter y el Llobregat, éste con una desembocadura en forma de delta, bastante contaminado.
3. LOS REGÍMENES
FLUVIALES.
El caudal es la cantidad de
agua que pasa en un segundo por un punto dado del río. Se mide en m3
/s en estaciones de aforo instaladas en diversos puntos de su curso.
El caudal relativo es la relación entre el caudal medio anual y la
superficie de la cuenca y se expresa en l/s/km2 . El caudal
experimenta variaciones (Para calcular el caudal relativo, hay que
pasar los m3 /s a 1/s multiplicándolos por mil y dividir esta cifra
entre la superficie de la cuenca. Se considera escaso si es inferior
a 5; medio entre S y 15; y elevado superior a 15).
- A lo largo del recorrido del río, el tramo con mayor caudal suele ser la desembocadura, donde se acumulan las aportaciones de los diversos afluentes; excepto en los casos donde hay fuerte evaporación, infiltración, o un elevado consumo humano. En la Península, los ríos más caudalosos son el Duero, el Ebro y el Tajo.
- A lo largo del tiempo, el caudal puede presentar irregularidad anual, con crecidas (momento de máximo caudal de un río. El término designa también aumentos anormales del caudal con efectos catastróficos) o estiajes (momento del caudal más bajo de un río) más o menos acusados, e irregularidad interanual (se calcula dividiendo el caudal medio del año más caudaloso entre el caudal medio del año menos caudaloso de una serie de años. El valor inferior o igual a 3 indica regularidad; entre 3 y 7, cierta irregularidad; y superior a 7, clara irregularidad). En la Península, los ríos más regulares son los de la vertiente cantábrica, y los más irregulares, los de la vertiente mediterránea. El régimen fluvial es la variación estacional del caudal de un río. Depende de la distribución de las precipitaciones y de la importancia de la precipitación nival. En función de ambas se distinguen ríos con régimen nival, pluvial o mixto.
3.1 RÉGIMEN PLUVIAL.
El agua que llevan los ríos
de régimen pluvial proceden directamente de las precipitaciones. La
mayoría de los ríos españoles son de alimentación pluvial, por lo
que se observan regímenes diferentes de acuerdo con la variedad
climática de la Península. Régimen pluvial atlántico u oceánico.
Se caracterizan por la abundancia de aguas durante todo el año y por
no tener grandes crecidas ni estiajes, como corresponde a la
secuencia anual de las precipitaciones del clima atlántico. A este
tipo pertenecen los ríos cántabros y gallegos, cuya principal
ventaja a efectos de aprovechamiento hidrológico es la regularidad y
constancia de sus caudales. Régimen pluvial mediterráneo. Se
caracteriza por las inflexiones que muestra su gráfica. Registra un
máximo principal en otoño y otro secundario a finales de
invierno-primavera, destacando un mínimo estival menos acusado en
duración e intensidad que en el régimen mediterráneo continental.
Régimen pluvial subtropical o mediterráneo continental. Es propio
de las tierras del interior, de la España seca, en las que la
precipitación anual es reducida, está mal distribuida en el tiempo
y presenta una sequía estival muy pronunciada, que se acrecienta por
las elevadas temperaturas, el máximo es de invierno. Las diferencias
de caudal son notables entre períodos de máxima y mínima,
apareciendo unos coeficientes mensuales tan contrastados como para
advertir la existencia de dos estaciones contrapuestas: la de
abundancia de aguas y la de estiaje.
3.2 RÉGIMEN NIVAL.
Se limita a las cumbres
centrales pirenaicas. Su característica principal es la de ofrecer
un régimen muy simple, con una estación de aguas muy altas y
elevado coeficiente a finales de primavera y verano al producirse el
deshielo (junio, julio), y un prolongado estiaje, de mínimo
coeficiente, durante los meses de invierno en los que las
temperaturas son lo suficientemente bajas como para impedir la fusión
de las nieves. En las zonas adyacentes a las grandes cimas aparece el
denominado nival de transición, que en realidad es el régimen nival
algo degradado.
3.3 RÉGIMEN MIXTO.
En las restantes cumbres
montañosas, que tienen la altura suficiente como para recibir
precipitación en forma de nieve y retenerla durante varios meses
(Sistema Central, cordillera Ibérica, Sierra Nevada), hay dos tipos:
Régimen nivo-pluvial en el recorrido entre los 2500 y 2000 metros de
altitud, con un primer máximo nival en abril y mayo por el deshielo,
y un segundo máximo pluvial en otoño, el estiaje veraniego no es
muy pronunciado. Régimen pluvio-nival, ríos en su recorrido entre
los 180 y 1600 metros, donde las nieves ya no permanecen retenidas.
Con un primer máximo pluvial en febreromarzo, y un segundo máximo
nivel en abril-mayo. Los regímenes fluviales comentados se presentan
en toda su pureza en ríos cortos, pero no así en los largos.
4. USO Y
APROVECHAMIENTO DE LAS AGUAS.
El agua es un recurso
imprescindible para el desarrollo humano. En España, el uso que se
hace del agua es muy desigual: la agricultura de regadío es la
actividad que más agua consume (en torno al 80% del agua consumida),
los núcleos urbanos ocupan el segundo lugar en el consumo de agua
(el 14%), destinada a usos domésticos, servicios municipales y
actividades terciarias. El agua también se usa en la industria y
para la obtención de energía eléctrica. En líneas generales,
España dispone de recursos hídricos suficientes para hacer frente a
la creciente demanda de agua, aunque algunas zonas tienen balances
hídricos negativos debido a la irregular distribución de los
recursos. Por ello, más que la disponibilidad de agua, el principal
problema hídrico que tiene planteado España es el desigual reparto
de los recursos. Los ríos que constituyen la principal fuente de
abastecimiento de agua presentan grandes contrastes. Los ríos
caudalosos del norte de España determinan cuencas excedentarias
(Duero, Miño, Tajo, Ebro,...) en cambio, las cuencas con déficit de
agua son típicas del Mediterráneo. Este problema se acentúa si
tenemos en cuenta la irregular distribución de la demanda, las áreas
con mayor dinamismo económico, más pobladas y más consumidoras de
agua se localizan en el arco mediterráneo, cuyos recursos hídricos
son escasos. Para solucionar estos problemas se ha construido, a lo
largo de toda la geografía española una importante infraestructura
hidráulica. Para regular y aprovechar el agua de los ríos se han
construido embalses y canales.
El momento de máxima
actividad constructiva coincidió con los Planes de Desarrollo
Económico en la década de 1960. En este momento el agua se
convierte en un elemento clave para el desarrollo. Se tenía que
abastecer a las ciudades, que estaban creciendo por el éxodo rural,
a la industria y a los nuevos regadíos. En la actualidad, existen en
España más de 1.200 embalses con capacidad para más de 55.000 Hm³
de agua. De ellos, el 56% son públicos y forman la base de la
política hidráulica española. El resto, el 44%, son privados y
están orientados, sobre todo, hacia la producción de energía
hidroeléctrica. Los canales permiten el abastecimiento de agua a las
ciudades o a las tierras de cultivo. Su principal problema es la
antigüedad o el mal estado de muchos tramos que originan pérdidas
considerables de agua. El incremento de la demanda de agua y la
irregular distribución de esta han propiciado la construcción de
trasvases que permiten desviar agua de cuencas excedentarias a
cuencas deficitarias. La mayoría de ellos tiene como finalidad
generar energía hidroeléctrica, el abastecimiento urbano,
industrial o agrícola. La construcción de estas infraestructuras es
objeto de grandes polémicas y enfrentamientos entre zonas
deficitarias de agua y zonas abastecedoras.
Las zonas receptoras de agua
salen beneficiadas; en cambio, las zonas que aportan el agua se
consideran perjudicadas porque ven mermadas sus perspectivas de
futuro. Esta problemática se intenta solucionar con una política
hidráulica respetuosa con el medio ambiente y la ordenación del
territorio. Pero no siempre satisface a todos. En España existen,
actualmente, unos 40 trasvases y otros tantos están en estudio. El
más importante es el trasvase Tajo-Segura, que se empezó a
construir a partir de 1966, para regar grandes extensiones de tierra
en la Región de Murcia y el Norte de la provincia de Almería. El
trasvase Júcar-Turia atiende a los abastecimientos urbanos de
Valencia. También hay dos trasvases desde la cuenca del Ebro en
Álava para el abastecimiento urbano de Bilbao. El Plan Hidrológico
Nacional, aprobado en 2001, proponía nuevos embalses y trasvases,
como el trasvase del Ebro al Levante y Sureste. Esta obra ha
levantado una amplia protesta social en las Comunidades que deben
ceder el agua (Navarra, La Rioja y, sobre todo, Aragón) y en
organizaciones ecologistas que se oponen a este tipo de actuaciones.
Por el contrario las Comunidades receptoras (Comunidad Valenciana,
Comunidad Murciana y Andalucía Oriental -Almería-) ven en este
trasvase la solución a los problemas de escasez y demanda de agua;
una solución para fomentar su desarrollo económico. Ante su
paralización en 2005 se han planteado otras alternativas en las
zonas receptoras como las desaladoras (desalinizadoras). Las
desaladoras plantean problemas medioambientales por la salmuera
producida y el excesivo consumo de energía. Pese a este
inconveniente, España ocupa el primer lugar de la Unión Europea y
el octavo del mundo en cuanto a plantas desalinizadoras. La primera
planta desalinizadora española se instaló en la isla de Lanzarote
en 1965, desde entonces se han construido más de 700 plantas, entre
las cuales destaca la de Carboneras (Almería), una de las más
modernas y de mayor capacidad de producción de agua dulce (10.000
m³) En España, además de los ríos, también son objeto de
aprovechamiento las aguas subterráneas (acuíferos) que son captadas
mediante pozos (poniente almeriense).
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